Origen: RTLa Policía de Carolina del Norte, EE.UU., está investigando la muerte de un niño de 11 años de edad que falleció en la misma habitación de un hotel donde hace dos meses murió una pareja de ancianos.
Jeffrey Williams fue encontrado muerto el sábado en la habitación número 225 del Blue Ridge Plaza, un hotel de una de las cadenas hoteleras más grandes del mundo. Su madre, Jenny Williams, de 49 años de edad, fue hospitalizada en estado crítico.
El 16 de abril, en esa misma habitación, Daryl y Shirley Jenkins, de 70 años de edad, murieron en pocas horas en extrañas circunstancias. El hijo de los fallecidos, que tiene la intención de presentar una demanda contra el hotel, está indignado por esta trágica coincidencia. "¡No se imaginan lo enojado que estoy ahora! ¿Por qué siguen alquilando esta habitación?", comenta el hombre.
El médico forense más prestigioso de Carolina del Norte dijo a los periodistas que los resultados de la autopsia de los tres casos aún no están listos. La Policía local señaló que "aunque no hay evidencia de que estos incidentes estén relacionados, los investigadores continúan examinando cualquier posibilidad".
Sin embargo, el canal de televisión local WCNC ha informado que en la habitación fueron hallados indicios de una presencia excesiva de monóxido de carbono, ya que está situada justo encima de un calentador de gas que se utiliza para la piscina del hotel.
Blue Ridge Plaza pertenece a la cadena Best Western, que cuenta con más de 4.000 hoteles en todo el mundo. El hotel en Carolina del Norte tiene 73 habitaciones para no fumadores y ocho 'suites' que ofrecen vistas panorámicas de las montañas Blue Ridge, una cordillera en el este de EE.UU.
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