La revelación fue publicada por ‘The Washington Post’, que califica esta partida secreta como “presupuesto negro”, y asegura que es la primera vez que la opinión pública tiene acceso con tanto detalle a los gastos, recursos y evaluaciones internas de la inteligencia estadounidense.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) es la principal beneficiaria de los fondos, con 14.700 millones de dólares para este año fiscal, seguida de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), con 10.500 millones de dólares.
En total, la comunidad de inteligencia de EE.UU. emplea directamente a 107.035 trabajadores, según los documentos.
“Las agencias de espionaje de EE.UU. han construido un coloso para la recolección de inteligencia desde los ataques del 11 de septiembre de 2001″, afirma el diario a la luz de los datos del presupuesto.
Pero ese coloso, añade, es “incapaz de proporcionar información crítica al presidente sobre una serie de amenazas para la seguridad nacional”, según se desprende de las evaluaciones incluidas en la documentación.
Ante esta revelación, el profesor Raúl Hinojosa, de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), indica que en el Congreso estadounidense existe una tendencia a engrosar cada vez más el presupuesto para fines militares o de inteligencia, mientras se minimizan los gastos sociales.
“Irónicamente los republicanos en el Congreso están tratando de recortar todo el presupuesto que tiene que ver con el bienestar médico o educativo, pero no quieren cortar los presupuestos militares y de seguridad”, señala Hinojosa.
“Por primera vez estamos viendo una reacción negativa de parte del público que se está enterando, no solo del montante del gasto, el desperdicio de mucho de este dinero supuestamente para la seguridad nacional, y al mismo tiempo de que ahora hay espionaje doméstico”, agregó el docente.
Revista Zulia Prensa / SIBCI
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