Hace
pocos días efectivos de la Guardia Nacional, expertos del Cicpc, funcionarios
del Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y Policía del estado Delta
Amacuro, atraparon a dos sujetos en la comunidad indígena Jobure, del municipio
Antonio Díaz, ambos tenían el cadáver de una persona despostado y todas sus
partes saladas en una curiara.
Este
lugar de palafitos ubicado a más de cinco horas en lancha por el Caño Manamo,
desde Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, aparentemente es un puente
del narcotráfico, al parecer funcionarios de los organismos del Estado antes
referidos, buscaban a unos peligrosos delincuentes y llegaron de manera casual
a los antropófagos, o caníbales.
Jobure,
quiere decir “Aguas Locas”, en este sitio, convergen tres corrientes de aguas
en la salida del Océano Atlántico y forman una serie de remolinos.
La
justicia buscaba al cabecilla de “los Cajaros”, Rosendo González Márquez, y su
lugarteniente “el Melena”, ambos involucrados en tráfico de droga y
posiblemente en la muerte de varios indígenas, asesinatos que ocurrieron en
esta misma comunidad el año pasado.
“El
Cajaro” y “El Melena” fueron privados de libertad por el Tribunal Segundo de
Control a cargo de la juez Xiomara Sosa, por el delito de drogas; sin
embargo, quedaron abiertas las averiguaciones por homicidio.
La banda
de “Los Cajaros”, está integrada por más de 15 delincuentes, todos indígenas de
esta comunidad. Los antisociales tienen en zozobra a la población, dichos
criminales asesinan sin piedad y desaparecen a sus víctimas, asaltan y violan a
las mujeres, al igual que son los que encabezan el tráfico de drogas en esta
zona.
Al
parecer Rosendo, “El Cajaro”, para salvar su pellejo, también el de su
compinche habló sobre el caso de canibalismo que estaba ocurriendo en Jobure.
Los
uniformados llegaron hasta el palafito de Manuel Beriay su hermano
Benigno Beria, uno de 59 años y otro de 44 años. En el allanamiento encontraron
el cuerpo descuartizado de “Juan Chiquito”, en una curiara y cubierto con hojas
de Bijaos, o platanillos, la carne humana los caníbales la salaron, ya se
habían comido una parte de su víctima.
Supuestamente
ambos antropófagos, después que mataron al indígena quien se hacía llamar “Juan
Chiquito”, lo guindaron para tasajearlo y picarlo en pedazos.
Habitantes
de Jabure, presumen que este par de sujetos tiene que ver con la muerte de
otros indígenas que están desaparecidos, ellos sentían miedo de denunciarlos,
ambos amenazaron con comerse a quien lo hiciera.
Expertos del Cicpc manejan la hipótesis de un hecho
pasional:
Aparentemente,
Manuel Beria descubrió que su mujer le era infiel con “Juan Chiquito”,
razón por la que planificó junto a su hermano, la muerte de este individuo y
para desaparecer el cadáver decidieron comérselo por pedazos.
Funcionarios
de la policía judicial investigan para saber si existen otros casos de
canibalismo en este lugar donde pudieran estar involucrados los hermanos Beria.
Manuel y
Benigno, igualmente fueron privados de libertad por el Tribunal Segundo de
Control, por el delito de homicidio y canibalismo, ambos se hallan presos en
uno de los calabozos de la PEB, en Guasina.
Hace pocos días efectivos de la Guardia Nacional, expertos del Cicpc, funcionarios del Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y Policía del estado Delta Amacuro, atraparon a dos sujetos en la comunidad indígena Jobure, del municipio Antonio Díaz, ambos tenían el cadáver de una persona despostado y todas sus partes saladas en una curiara.
Este
lugar de palafitos ubicado a más de cinco horas en lancha por el Caño Manamo,
desde Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, aparentemente es un puente
del narcotráfico, al parecer funcionarios de los organismos del Estado antes
referidos, buscaban a unos peligrosos delincuentes y llegaron de manera casual
a los antropófagos, o caníbales.
Jobure,
quiere decir “Aguas Locas”, en este sitio, convergen tres corrientes de aguas
en la salida del Océano Atlántico y forman una serie de remolinos.
La
justicia buscaba al cabecilla de “los Cajaros”, Rosendo González Márquez, y su
lugarteniente “el Melena”, ambos involucrados en tráfico de droga y
posiblemente en la muerte de varios indígenas, asesinatos que ocurrieron en
esta misma comunidad el año pasado.
“El
Cajaro” y “El Melena” fueron privados de libertad por el Tribunal Segundo de
Control a cargo de la juez Xiomara Sosa, por el delito de drogas; sin
embargo, quedaron abiertas las averiguaciones por homicidio.
La banda
de “Los Cajaros”, está integrada por más de 15 delincuentes, todos indígenas de
esta comunidad. Los antisociales tienen en zozobra a la población, dichos
criminales asesinan sin piedad y desaparecen a sus víctimas, asaltan y violan a
las mujeres, al igual que son los que encabezan el tráfico de drogas en esta
zona.
Al
parecer Rosendo, “El Cajaro”, para salvar su pellejo, también el de su
compinche habló sobre el caso de canibalismo que estaba ocurriendo en Jobure.
Los
uniformados llegaron hasta el palafito de Manuel Beriay su hermano
Benigno Beria, uno de 59 años y otro de 44 años. En el allanamiento encontraron
el cuerpo descuartizado de “Juan Chiquito”, en una curiara y cubierto con hojas
de Bijaos, o platanillos, la carne humana los caníbales la salaron, ya se
habían comido una parte de su víctima.
Supuestamente
ambos antropófagos, después que mataron al indígena quien se hacía llamar “Juan
Chiquito”, lo guindaron para tasajearlo y picarlo en pedazos.
Habitantes
de Jabure, presumen que este par de sujetos tiene que ver con la muerte de
otros indígenas que están desaparecidos, ellos sentían miedo de denunciarlos,
ambos amenazaron con comerse a quien lo hiciera.
Expertos del Cicpc manejan la hipótesis de un hecho
pasional:
Aparentemente,
Manuel Beria descubrió que su mujer le era infiel con “Juan Chiquito”,
razón por la que planificó junto a su hermano, la muerte de este individuo y
para desaparecer el cadáver decidieron comérselo por pedazos.
Funcionarios
de la policía judicial investigan para saber si existen otros casos de
canibalismo en este lugar donde pudieran estar involucrados los hermanos Beria.
Manuel y
Benigno, igualmente fueron privados de libertad por el Tribunal Segundo de
Control, por el delito de homicidio y canibalismo, ambos se hallan presos en
uno de los calabozos de la PEB, en Guasina.
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