SANTIAGO, CHILE.-
En la tibieza del sano periodismo interpretativo al que nos abocamos en
Prensamérica Internacional y con miras a seguir destacando a las más
connotadas figuras de las comunicaciones, cultura, política y deportes
en América Latina, hoy presentamos en nuestra plataforma global de
noticias a uno de los referentes más apasionados de la cultura y el
folklore en su país natal.
Hablamos del escritor costarricense;
promotor cultural y educador de amplia experiencia en la cultura popular
de ese país centroamericano, Geovanny ‘Debrús’ Jiménez,
Director de Culturacr.net, medio para la difusión de la cultura en el
que durante ocho años él y su equipo de trabajo han planteado una de las
propuestas más importantes vía Internet a favor del pluralismo cultural
en Costa Rica.
Debrús Jiménez publicó "Cuando la muerte no alcanza" (Uruk Editores, 2010), en la biografía. ‘Una
sola huella’ (Atabal Editores, 2012), así como un libro de cuentos
titulado ‘Eroscopio’ (Amazon, 2013 y Editorial CulturaCR, 2013). Ha
realizado la compilación de dos volúmenes de ‘Las palabras en la
encrucijada’ (Editorial Culturacr.net, 2009 y 2012), antología de
escritores incipientes del Taller de Escritura Creativa que imparte
desde hace más de siete años.
Tiene más de 17 años de experiencia en
la educación y cuenta con dos blogs, uno de temas literarios y
culturales, y otro de temas sociales y políticos. Este polifacético
hombre de letras es también politólogo, graduado de la Universidad de
Costa Rica. Ha publicado poesía, ensayo y artículos en gran variedad de
medios impresos y electrónicos. Tiene extensa obra inédita en reposo y
estudios en Educación y Administración.
COSTA RICA SEGÚN DEBRÚS
Es por sus aportes a favor de establecer
nuevos derroteros para que no muera el costumbrismo de nuestras
herencias culturales en su entorno; por su gallardía de no doblar
rodillas ante el amiguismo y clientelismo económico para con los que
tiran de los hilos en el mundo de la cultura, que hoy en Prensamérica publicamos esta entrevista exclusiva con Geovanny ‘Debrús’ Jiménez Salas.
- ¿Qué es Culturacr.net?
- «Un proyecto quijotesco para un mundo
que olvidó cuánto es valiosa e importante la cultura para su desarrollo
social y humano. Empezó como una revista de cultura, pero luego se
convirtió en un medio de comunicación, amplio, independiente y diverso,
sobre cultura costarricense. Durante más de ocho año se ha encargado de
la promoción y difusión por medios electrónicos de la cultura, como una
herramienta de movilización social y un recurso para el crecimiento
humano».
- ¿Cómo y por qué nace este proyecto?
- «Durante poco más de tres años fui
difusor cultural de la Editorial Costa Rica y, cuando salí de esta
entidad estatal del libro costarricense, me nació la necesidad de
continuar haciendo algo similar. Primero es una necesidad personal, pero
luego el sitio se convierte en un proyecto que Costa Rica necesitaba,
hablo de tener un medio para difundir la gran cantidad de propuestas
culturales con que cuenta el país. Verá, este país tiene una amplia
oferta cultural, pero la gente no sabe de ella o tiene prejuicios, en su
mayoría porque los mismos medios tradicionales los tienen, acerca de lo
que significa cultura. Alguna gente piensa que es inalcanzable, de
élites, pero la verdad es que en Costa Rica la cultura tiene una gran
diversidad, hay folclor, cultura indígena, arte popular, expresión
contemporánea, literatura con muchas tendencias disímiles entre sí,
entre mucho más; de manera que todo aquello se desperdiciaba porque no
tenía contacto con la gente».
- ¿Cuándo y en qué circunstancias nace Culturacr.net?
- «Culturacr.net entonces nace para eso,
para servir de canal, porque los medios grandes discriminaban la
cultura. Es el inicio de la era digital y en nuestro país aún el acceso
era muy poco, pero permitía hacer un proyecto mediático sin tener que
invertir grandes cantidades de dinero. El sitio es pionero en el campo,
es uno de los primeros medios digitales de información de todo el país,
incluso cuando los mismos medios impresos y televisivos apenas hacían
tanteos. Luego vinieron los blogs y su moda, los periódicos y demás, a
imponerse por su poder económico, pero nosotros tenemos la satisfacción
de creer y confiar en la Internet cuando nadie daba mucho crédito. Ni
siquiera habían nacido las redes sociales, el Hi5 nace luego, viene el
Facebook y más reciente el Twitter; podemos decir que estuvimos en la
web, comunicándonos con el público, mucho antes que eso».
- ¿Cuán ha sido su papel en Culturacr.net hasta el momento?
- «Soy el fundador y he sido su
director, he sido el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha detrás
de este sacrificio. Nunca tuvimos apoyo del Ministerio de Cultura ni de
otra entidad privada o pública, más bien hace unos tres años al
Ministerio se le ocurrió la idea de apropiarse del nombre cultura.cr
para otro proyecto suyo, y con eso generó una gran problemática entre el
público, porque nosotros ya teníamos muchos años con ese nombre. Y ese
dominio o nombre lo han utilizado para proyectos que nunca logran
despegar ni consolidar, es decir, nada más hicieron el desorden. El
sitio nace para ser crítico y mi papel ha sido el de acuerpar ese
sentimiento de independencia periodística, de contarle a la gente todo,
lo bueno y lo malo, no solamente lo bueno esperando recibir el beneficio
gubernamental».
- ¿Qué no hace Culturacr.net y porqué?
- «Endulzarle el oído a corruptos, a
políticos sin consciencia social o cultural, y lavar dinero o la
consciencia a alguien que hace mal su trabajo. Hay que decirlo, somos un
medio muy pobre y con muchas limitaciones de recursos, precisamente
porque pagamos el derecho de piso por ser críticos e independientes».
- ¿Cómo se las arreglan para hacer la parte de prensa en Culturacr.net?
- «Siempre es complicado, pero tenemos
un correo dedicado a eso. Con la ayuda de Melissa López Cisneros y de
los colaboradores del sitio, armamos la agenda de temas que nos van
llamando la atención, escribimos las notas, y si podemos asistimos a las
conferencias según el horario, o hacemos entrevistas, tanto en
audiovisual como por escrito. En realidad es una labor muy empírica,
porque no tenemos recursos para montar una estructura permanente y
profesional».
- ¿Cuántas personas, directa o indirectamente, participan en este proyecto?
- «Directamente somos dos, Melissa y yo, pero recibimos colaboraciones de unas dos decenas de amigos y amigas».
- ¿Cuál ha sido el mejor Ministro de Cultura y por qué, en los últimos 20 años?
- «Es una pregunta difícil, creo que no
hemos tenido un buen Ministro de Cultura, porque normalmente han
nombrado figurones, gente cercana a los presidentes o que tienen nombre,
pero no son buenos administradores ni gestores en la función pública, y
muchos andan detrás de figurar y no de servir. Además, nunca tienen un
fuerte apoyo de la o el Presidente de la República, entonces la cultura
sigue siendo la cenicienta de esos gobiernos, con presupuestos
miserables, solamente la tienen en agenda como decoración o para
exhibirse en público. Eso es lamentable y doloroso, porque el país tiene
un gran talento y una asombrosa diversidad cultural. La cultura es
solución para muchos problemas sociales, pero los gobiernos
economicistas y liberales no lo entienden así. Todos esperamos que con
el cambio de gobierno esta vez, que por primera vez llega al poder en
Costa Rica un partido progresista y marcadamente anti-neoliberal, las
cosas cambien en cultura».
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UN HOMBRE ENFOCADO
Esta es la claridad con la que se ha
descrito un hombre Enfocado. Sobrio. Argumentalmente equilibrado y
conceptualmente sereno entre la psiquis del Yo quiero y el Yo puedo.
Profesional que no fantasea con el triunfalismo de pirita ni se hunde en
la desesperanza ante las divergentes fuerzas a las que su proyecto se
enfrenta. Pero ¿qué opina Debrús de la cultura y jadeos del Yo Colectivo
costarricense? Lo sabemos. Y lo sabemos, porque se lo preguntamos desde
varios ángulos periodísticos con la esperanza de ver cómo dibuja este
escritor, las fuerzas culturales que ayer y hoy se mueven en ese país.
- ¿La Cultura es potenciada debidamente en Costa Rica por su gobierno?
- «No, como explicaba, la cultura sigue siendo cenicienta, el último lugar en las propuestas de gobierno. Esperamos que cambie».
- ¿Se saben de memoria los bailes típicos los niños en edad escolar en su país?
- «Aquí se alienta mucho eso, el baile
típico se baile desde el pre-escolar y hasta la secundaria. Pero los
jóvenes luego no lo asumen del todo, principalmente por enajenación de
las modas que vienen del exterior; problema conocido de la
globalización».
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- ¿Cuáles son las debilidades, en Cultura, que tiene Costa Rica?
- «Esa es una pregunta para escribir un libro, intentaré hacer una síntesis. Primero la falta de apoyo gubernamental con un presupuesto muy pobre, a esto ya me referí. Segundo,
que los medios tradicionales y masivos no la consideren parte
importante del país, de la noticia y de la misma fiesta. En Costa Rica
se cree que la cultura no hace raiting, excepto si se la presenta como
algo burdo y chabacano, entonces no hay ingenio de puntos medios y
equilibrios para buscar hacer programas de televisión o secciones de
noticias que incluyan la cultura como parte de la vida de todos y todas.
Por supuesto, hay excepciones notables. Tercero,
la educación. Nuestro programa educativo tiene serios vacíos en la
promoción de la cultura como una actividad humana de todos, y todos los
días. La literatura, por ejemplo, se enseña como una obligación de
memoria, no se hacen talleres creativos, ni se incentiva la lectura como
un divertimento, mucho menos como un ejercicio para mejorar la
inteligencia y el talento, tampoco como algo interdisciplinario. Es
triste, pero nuestra educación está anquilosada en una metodología,
teoría y praxis que no se ajusta a las realidades modernas, y solo se
aplican parques, cuando se necesita una reforma seria y bien sustentada.
En nuestra educación se imparten música, artes plásticas y literatura,
en programas diferentes, pero las primeras dos no son importante para el
currículo, sólo son materias secundarias, y la tercera
es parte de Español; falta el aprendizaje del disfrute de las artes
escénicas, de la lectura, del audiovisual, entre otras, es decir, falta
enseñar apreciación de la cultura, para convertir a los niños y jóvenes
en personas sensibles y críticas, no en creadores solamente.
Cuarto,
la promoción y difusión del quehacer cultural, es triste ver salas de
teatro con lindas obras, pero apenas 15 o 20 personas en las butacas;
así como presentaciones de libros donde llegan solo los familiares y
amigos. El gobierno (desde los ministerios de Educación y de Cultura
–son separados), en confabulación con los medios de comunicación, debe
crear un gran programa de difusión de los espectáculos y creaciones
culturales. También debe promover un gran Programa de Promoción de la
Cultura, así como uno de Ferias y Festivales del Libro, entre otros
temas.
Quinto,
la argolla, que es una forma de corrupción solapada también indigna del
artista. Cada gobierno que entra viene con una carga de atrás de amigos
y beneficiarios, que durante cuatro años son contratados y tienen
acceso a los recursos del Estado. Eso debe cambiar por una programación
seria que financie las mejores propuestas y, luego, a quienes las
ejecutaron mejor».
- ¿Cuáles son las fortalezas culturales del país?
- «En primer lugar, sin duda alguna, el talento, la creatividad y la innovación
en muchos aspectos. Mi país tiene mucho que ofrecer y hacer a nivel de
primer mundo en cultura, sólo si se motiva y se financia adecuadamente,
premiando al que mejor lo hace, al que se esfuerza, y no a los amigotes.
La diversidad cultural con que cuenta, incluyendo la indígena con sus
ocho culturas, la campesina y su folclor, la migrante que siempre
aporta, la afrocaribeña y guanacasteca, que ya son partes fundacionales
de esa diversidad cultural que somos.
Tercero,
sea como sea, la educación costarricense sigue siendo fuerte en su
alcance, aunque deficiente en su ejecución, lo que permite que los
costarricenses tengan respeto y admiración por la cultura, aunque no se
acerquen a ella por ignorancia, miedo o desinformación. Por último, los
valores sociales y políticos del país: la preservación del medio, su
historia democrática y sus luchas sociales, entre otros factores que aún
se preservan en el país en temas de principios y valores».
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- ¿Cuál ha sido la reacción del público para con las propuestas de Culturacr.net y tiendacultural.com?
- «La primera es ya un medio
consolidado, la segunda apenas un proyecto en ciernes. El público en
Costa Rica ve a la cultura como buena, pero no participa ni se mete en
ella, es como cuando la gente piensa que la educación es buena para el
futuro, pero nadie quiere estudiar. Somos agradecidos con el público
porque durante 8 años, que son bastantes, nos han leído siempre, aunque
no seamos un medio viral, por las limitaciones naturales del tema
cultural. Sin embargo, de vez en cuando tenemos algún hit y logramos
tener algunos impactos y efectos importantes. Hemos logrado, gracias a
los lectores y sus masivas visitas, hacer reaccionar a autoridades sobre
temas que se hacen mal. Los lectores no escriben, algunas veces nos
hacen observaciones, otras críticas, también felicitaciones. La verdad
es que solo podemos agradecerles».
- ¿Cuál es su visión para Culturacr.net al año 2020?
- «La misma que tengo para mí en ese
año, la de estar bien consolidado y financieramente estable. Quiero
convertir al medio en una plataforma de cultura, además de un medio
escrito, que incluya una radio cultural, una sección de audiovisuales
fuerte, una sección de blogs activos, y ampliar el tema cultural, no
solamente a sus manifestaciones artísticas, sino también aquellos temas
de índole socio-cultural, para convertirla en un emisor de contenidos
diverso, amplio y sin fronteras temáticas».
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- ¿Qué enemigos o peligros ve usted que atenten contra la verdadera cultura costarricense?
- «Esa visión economicista neoliberal
que ve a la cultura como algo sin importancia y la reduce a lo suntuoso,
a la élite y a unas cuantas manifestaciones artísticas para un público
reducido o selecto. La cultura es amplia, es labor de todos, todo el
tiempo, es diversa, hermosa y socialmente muy útil. Sin cultura no somos
nada más que piezas en un ajedrez económico manejado desde afuera, con
títeres nacionales. El otro enemigo es la ignorancia y la estupidez, la
cultura se resiente cuando ellas dominan en un país. Los enemigos de la
cultura son, paralelamente, los enemigos de mi pueblo».
- ¿Las tendencias extranjeras opacan el desarrollo cultural en muchos países, pasa así en Costa Rica?
- «Como lo decía anteriormente, así es. Y
eso sucede precisamente por lo que acabo de decir con toda certeza:
cuando el pensamiento liberal económico se impone, la cultura de un país
destruye su propia identidad, sus tradiciones, valores y costumbres, la
somete inexorablemente al dios Dinero, al poder de los que pueden
porque lo tienen. En eso me parece hermoso y fundamental lo que ha
logrado el movimiento de la Cultura Viva Comunitaria, todo una tendencia
latinoamericana desde Brasil, Colombia, Argentina y otros países, que
empodera a las comunidades para que ellas produzcan su propia cultura y
la lleven a su gente, en espacios públicos y como un recurso de
movilidad social para sacar a jóvenes de la delincuencia, el vicio, la
vagancia o apatía y el desencanto. Los gobiernos deben apoyar estos
movimientos y financiarlos si lo hacen bien».
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- Bolivia, Paraguay, Perú y Ecuador conservan su folklore con un grado de pureza del 80% en sus regiones rurales, ¿cómo está Costa Rica al respecto? ¿Qué tanto se ha perdido?
- «En Costa Rica parece diferente.
Dolorosamente tenemos un país donde las culturas indígenas fueron
sometidas violentamente y segregadas a territorios apartados. El folclor
que ha predominado es una mezcla de criollismo que viene desde la
colonia, en el que tiene mucha influencia en música y baile la provincia
de Guanacaste –norte del país, limítrofe con Nicaragua- y poca o nula
la afro-caribeña e indígena. Desconozco cuál es el referente para
considerar el grado de pureza, pero sí debemos estar contentos y
reconocer que en las zonas rurales hay partes donde se conserva el
folclor bastante bien, y se reproduce de generación en generación.
Comidas típicas, bailes en eventos cívicos, la cultura agropecuaria
(corridas de toros, juegos populares, monta, entre otras), la artesanía
con aire indígena y otras manifestaciones aún permanecen y son cuidadas.
En esto hay mucho que descubrir aún».
BRÚJULA INTERNA
Estas son las respuestas de alguien que
sabe dónde está parado. Conoce las limitaciones operativas del aparato
de gobierno ante el marcapasos que el tiempo ha colocado en el pecho del
tico en agonía. Debrús maneja con soltura el Método Científico en
varios planos de su vida y los proyectos en los que participa. Sabe
hacer cuentas y no pedir mucho fiado a la vida. No es un personaje
rimbombante que pulule en las redes sociales como un Mesías para la
cultura de su país, sabe proponer, arrancar con hechos y aprender de sus
errores. Cuerdo. No fanfarrón. ¿Pero qué piensa él de sí mismo? De eso
también hablamos en esta entrevista.
- ¿Quién es Geovanny Debrús?
- «Soy un quijote, a veces cuerdo, a
veces loco. Un soñador que fracasa y triunfa, un realista que apenas
sobrevive, un padre loco que sacrifica cosas muy importantes por su amor
a la cultura y la literatura, un politólogo que resultó muy buen
analista y profeta electoral, pero imprudentemente comprometido con
causas, y no lo puede callar. Escritor incansable, fastidioso e
impulsivo. Un irritador en espray para los corruptos. Un hiperactivo sin
solución, soltero y fracasado en las relaciones. No ha nacido quien
pueda tolerar y disfrutar a la vez a un tipo como yo».
- Pudiendo apostar al deporte; a la farándula; al humor y a la política, ¿Por qué te inclinas por la Cultura?
- «Porque la farándula es una ofensa a
mi orgullo intelectual, soy pésimo para contar chistes y peor aún en el
deporte, aunque ambos me gustan. La política sí me seduce, lo confieso,
es una forma de hacer, de crear, de construir, como lo es el arte, la
escritura. Sin falsa modestia, creo que sería un excelente Ministro de
Cultura. La cultura es parte, tampoco lo es todo en mí, a ella la
comparto con la ciencia política, la escritura de ficción y no ficción
(periodística, ensayo, entre otras), la comunicación y la docencia.
Tengo más de 15 años de enseñar. Y la cultura engloba, de alguna manera,
todo lo demás: cultura política, cultura literaria, comunicación de
cultura, cultura educativa…».
- Si fuera un Ministro y si fueras 'todo-poderoso, ¿qué cambios implementarías en tu país?
- «Qué cambios no haría, pero soy
consciente que los cambios requieren gradualidad y negociación. Ahora
bien, como todo-poderoso trabajaría decididamente en las debilidades de
la cultura que mencioné anteriormente, y otras que no mencioné.
Empezaría por solicitar más presupuesto y crear programas de apoyo a la
cultura viva comunitaria, así como de apoyo a los mejores de mi país,
incentivaría la promoción y difusión de los esfuerzos artísticos,
incentivaría las culturas periféricas como las indígenas y
afro-caribeñas, el folclor costarricense, impulsaría programas de
lectura y al libro en todos los formatos, financiaría programas para
llevar las artes plásticas a todo el país, me enfocaría en las
comunidades alejadas, crearía un programa de reclutamiento de talentos
en las comunidades, reestructuraría la entidad para hacerla más
eficiente y eficaz, sin dañar a la gente que vive de ella, coordinaría
con el Ministerio de Educación varios programas, montaría un programa de
búsqueda de patrocinios en la empresa privada con beneficios… uff,
tengo tanto en mente…».
- ¿Qué aspectos de la sociedad costarricense te marcan para accionar en la dirección que sea?
- «La gente, este país tiene encanto en
su gente, y en cómo la gente interacciona. La gente tiene ilusión
potencial, sólo es que sepás cómo provocarla, cómo hacerla salir, pero
para eso se ocupa también transmitir encanto, aportar para motivar.
Somos una sociedad única en el mundo, sui géneris quizás, que siempre
puede sorprender; ya ves lo que pasó en estas elecciones nacionales, un
desconocido, en un partido maltrecho, con una preferencia muy baja según
las encuestas (del 5%), de repente logra cautivar a la gente con su
carisma, con su inteligencia, con su propuesta y su empuje decidido, y
lo vital en esto es que la gente SABE reconocer esas
cualidades, y termina conociéndolo y creyéndole. Un hito que predije
solo dos semanas antes de la votación, entonces la gente se reía de mí y
me preguntaba si estaba viviendo en este mundo. Ellos no entendían a la
gente, lo que siente la gente en Costa Rica».
- ¿Qué opinas de la invasión y destrucción cultural al Pueblo aborigen en Talamanca por el 'Hombre Blanco'?
- «Es lamentable, por supuesto. La
realidad indígena de Costa Rica es compleja; de los ocho pueblos que
existen, ubicados en veintitantas comunidades o territorios, ninguno es
igual al otro, todos tienen hábitos y costumbres que los distinguen, así
como sus problemas. Algunos están más alienados a lo externo, otros aún
preservan mucho de su riqueza cultural. Sin embargo, la mayoría de
ellos comparten aspectos culturales interesantes: contacto y
preservación con la naturaleza, expresiones artísticas, procesos de
trabajo, visión de mundo, relaciones entre ellos, organización social y
política, entre otros. Al menos tres de estas culturas mantienen su
idioma muy preservado: los Ngäbes, los bribríes y los cabécares. Otras
culturales aún dicen algunas palabras o están en riesgo de perder su
lengua. Hay tradiciones que se siguen año con año, como el “Juego de los
Diablitos” en la cultura Boruca o la 'Jala de la piedra' en el pueblo
de Amubri en Talamanca. El asunto con la invasión de sus tierras es
otro, más complejo a nivel jurídico, preocupante, que está en proceso.
Es detestable que quieran robarles sus tierras, como una continuación
del saque indígena».
- ¿Qué le dices a las autoridades de Cultura, salientes y entrantes, para que mejoren el país a nivel cultural?
- «Todo lo que he venido diciendo hasta
aquí. El próximo Ministro de Cultura debe crear su propio ‘programa de
gobierno’ de cultura, donde tenga claro, para los demás y para sí mismo,
lo que quiere hacer durante cuatro años. Se necesita en el Ministerio
de Cultura alguien que llegue a trabajar con un programa, lleno de
entusiasmo contagioso, con claridad y conocimiento de la dinámica
cultural del país, que sea acuerpado por el Presidente de Costa Rica-que
no dudo será Luis Guillermo Solís- en cuanto a financiamiento y
valoración de la importancia que tiene la cultura para un país, y que no
dude en apoyar y continuar, sin mezquindad alguna, lo bueno que dejó el
anterior, así como desechar lo malo. También deberá escuchar, pero no
hacer caso a todo lo que digan, debe tener una orientación clara, sin
desviaciones para complacer intereses mediocres o argollas de ningún
tipo. Ese es mi tipo ideal, pero como todos los tipos ideales
–parafraseando a Max Weber-, son sólo posibles parcialmente. En uno está
hacerlo lo mejor posible para estar cerca de completarlo».
LOS RETOS
Nota del Redactor:
Este es el reto. Estos planteamientos,
sugerencias y sutiles pautas expuestas por Jiménez, de alguna manera u
otra deben llegar a las manos de quien a partir de mayo de 2014 asuma la
cartera de Cultura en ese país de Centroamérica. Podemos sentarnos y
clickear en la televisión o Internet las mil y una críticas que puedan
existir o se puedan hacer del mal trabajo cultural que han hecho
melenudos ministritos en esa materia, pero si hay un costarricense que
se ha llenado la boca de razón y verdades puras, a esa persona hemos hoy
entrevistado. Lejos están los tiempos en que Costa Rica era
verdaderamente aquella ‘Suiza centroamericana’, lejos están también los
visionarios políticos y folcloristas de la talla de Carmencita Granados;
el humorista Edwin ‘Metro’ González; Olegario Mena y los juveniles
bríos de Emeterio Viales y Mayelita Padilla. Hoy el humor en Costa Rica
es un desventurado personaje llamado Carlos ‘Porcionzón’ Ramos, una pila
de pachucos con poder televisivo y hasta padres que ‘compran’ el éxito
de sus hijos en programitas en las televisoras nacionales y finalmente,
es lamentable que el humor actual en ese país deba ser bromas
telefónicas en una radioemisora en la que sólo encuentra gracioso
escuchar a una pobre ama de casa llorando al teléfono porque el bromista
le ha dicho que él es un policía y le acaban de matar a su hijo en la
escuela. Eso es lo que hay y eso es lo que hay quye arreglar. No importa
quién. El ‘argollismo’ en Costa Rica debe ser desenmascarado y no hablo
más, porque no soy yo el entrevistado.