Estados Unidos está dispuesto a
intervenir en el país. Primero con dólares; después, veremos.
En el congreso de EE.UU. se
acaban de introducir dos leyes bipartidistas (es decir, sin oposición alguna)
que contemplan, entre otras acciones, la entrega de 15 millones de dólares a
partidos de oposición venezolana, grupos de la “sociedad civil” y medios de
comunicación del poder económico. Medidos los resultados en billetes, está
claro entonces que ya valieron la pena el carcelazo de Leopoldo López, y la
propaganda escandalosa con los muchos muertos reales y los otros tantos falsos
que se han producido en un mes de experimento de guerra.
Uno de los proyectos de ley se denomina "Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela", y el senador gringo que lo presentó en la Cámara ha descrito su pertinencia con estas reveladoras palabras: ”Esta legislación sirve como una fuerte advertencia a los miembros del Gobierno, las fuerzas de seguridad venezolanas y grupos civiles armados implicados en la violencia, de que Estados Unidos no tolera este tipo de conducta y en consecuencia responderá para ayudar a fortalecer a la sociedad civil venezolana”. Traducción: Estados Unidos está dispuesto a intervenir en el país. Primero con dólares; después, veremos.
Así que para el guarimbero promedio eso de salir a pelear por nada (pues no sólo destruyen su entorno y arriesgan el pellejo, sino que además no lograrán derrocar al presidente Maduro) los desórdenes son un fracaso, pero los “líderes” de la oposición son los que están cobrando: los jefes serán los triunfadores después de estas tristes e incómodas perturbaciones, que sólo le dejarán cansancio y dolor a los manifestantes y a sus víctimas directas e indirectas, que somos todos los ciudadanos.
Esta es una de las explicaciones de por qué quedan cada vez menos focos de violencia pero esos focos son cada vez más violentos: la ciudadanía se desahogó y dejó de protestar hace un par de semanas, pero los militantes de los grupos interesados en recibir su tajada, una fracción de esos 15 mil dólares, deben permanecer activos y vaya que lo hacen. Sin ruido ni desorden así sea de media cuadra no hay nada que mostrar en twitter ni en CNN, y así no se puede cobrar, compadre.
Tomen nota entonces: hacer rabietas, armar escándalo y ruido, exagerar y bañar de sangre y de heroísmo todo anuncio sobre “las protestas en Venezuela” puede que nos parezca ridículo a quienes estamos viendo el real desenvolvimiento del país en estos días. Pero cuando el destinatario del show no es usted sino los dueños del circo y de los recursos, gente ignorante y al mismo tiempo mal intencionada, propensa o dispuesta a financiar aventuras (toda guerra o conflicto es rentable, sobre todo cuando ocurre en el territorio del enemigo incómodo) ya la puesta en escena deja de ser ridícula y pasa a ser rentable.
Uno de los proyectos de ley se denomina "Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela", y el senador gringo que lo presentó en la Cámara ha descrito su pertinencia con estas reveladoras palabras: ”Esta legislación sirve como una fuerte advertencia a los miembros del Gobierno, las fuerzas de seguridad venezolanas y grupos civiles armados implicados en la violencia, de que Estados Unidos no tolera este tipo de conducta y en consecuencia responderá para ayudar a fortalecer a la sociedad civil venezolana”. Traducción: Estados Unidos está dispuesto a intervenir en el país. Primero con dólares; después, veremos.
Así que para el guarimbero promedio eso de salir a pelear por nada (pues no sólo destruyen su entorno y arriesgan el pellejo, sino que además no lograrán derrocar al presidente Maduro) los desórdenes son un fracaso, pero los “líderes” de la oposición son los que están cobrando: los jefes serán los triunfadores después de estas tristes e incómodas perturbaciones, que sólo le dejarán cansancio y dolor a los manifestantes y a sus víctimas directas e indirectas, que somos todos los ciudadanos.
Esta es una de las explicaciones de por qué quedan cada vez menos focos de violencia pero esos focos son cada vez más violentos: la ciudadanía se desahogó y dejó de protestar hace un par de semanas, pero los militantes de los grupos interesados en recibir su tajada, una fracción de esos 15 mil dólares, deben permanecer activos y vaya que lo hacen. Sin ruido ni desorden así sea de media cuadra no hay nada que mostrar en twitter ni en CNN, y así no se puede cobrar, compadre.
Tomen nota entonces: hacer rabietas, armar escándalo y ruido, exagerar y bañar de sangre y de heroísmo todo anuncio sobre “las protestas en Venezuela” puede que nos parezca ridículo a quienes estamos viendo el real desenvolvimiento del país en estos días. Pero cuando el destinatario del show no es usted sino los dueños del circo y de los recursos, gente ignorante y al mismo tiempo mal intencionada, propensa o dispuesta a financiar aventuras (toda guerra o conflicto es rentable, sobre todo cuando ocurre en el territorio del enemigo incómodo) ya la puesta en escena deja de ser ridícula y pasa a ser rentable.
Fuente: La Iguana TV
