Mientras la policía enfrentaba a Antonio Cardoza,
armado y atricherado en su casa, los que miraban quedaron asombrados con un
vehículo estilo tanque con torretas y francotiradores que recorría el
vecindario.
De 20 pies de largo, con un peso de casi ocho
toneladas, capaz de dar la vuelta rápidamente y alcanzar velocidades de
autopista, la imponente máquina militarizada recorría la Calle 204 del
Northeast mientras los negociadores trataban que Cardoza se entregara.
No lo hizo, y fue baleado durante un intercambio
de disparos, y llevado al Hospital Jackson Memorial, donde se mantiene en
condición estable.
Dos días después, la máquina apareció en otro
vecindario residencial en Miami Gardens, a menos de una milla de donde balearon
a Cardoza. En esta ocasión, la policía estuvo durante más de seis horas
tratando de hablar con Franklin Bain – buscado por retención ilegal y asalto
sexual – fuera de su casa.
Cardoza fue baleado y Bean recibió gases
lacrimógenos en su casa, pero ningún agente resultó herido en alguno de los
incidentes – y ése es el punto: el Departamento de Policía del Condado
Miami-Dade tiene suficiente blindaje en su cuerpo para soportar disparos de
fusiles de alto poder y explosiones, y lleva suficientes armas para vencer a la
mayoría de las amenazas.
“Cuando lo vi, pensé que alguien iba a morir”,
dijo Amp Sheffield, de 30 años, un vecino de Cardoza que observó el
enfrentamiento. “¿Van a la guerra o algo así?”
El uso por el departamento de policía del Bearcat
parecía al principio altamente secreto. Aunque la máquina la usa el
cumplimiento de la ley federal y local por todo el país, los agentes del
condado la utilizan con la sensibilidad de un código de lanzamiento nuclear.
“La información que solicita con respecto al
despliegue, uso y criterio es sensible en su naturaleza y no se puede
discutir”, dijo la detective Elena Hernández.
Más tarde, después de varias solicitudes de
información, la policía del condado reconoció haber adquirido tres de las
máquinas, dos SuperBear Coms y un Bearcat.
“Este vehículo no sólo ayuda al personal táctico
durante su despliegue alrededor de una estructura, sino que también se puede
utilizar para rescates de víctimas donde se puede detectar a un individuo como
resultado de disparos de fusiles o pistolas”, dijo Jorge Herrera, un teniente
del Equipo de Respuesta Especial (ERS).
El Bearcat, un camión balístico blindado de
respuesta de contraataque que parece un Humvee que consume esteroides, es
operado por el ERS y cuesta $250,000.
El vehículo de apariencia bélica tiene una
escotilla rotativa en el techo que puede portar armas, un blindado casi
impenetrable, múltiples puertos para armas y cristal a prueba de balas. De unos
10 pies de altura, puede acomodar hasta 10 pasajeros y tiene configuraciones de
cuatro o seis ruedas.
Capaz de llevar el suficiente poder de fuego y
aparatos protectivos para algunos pequeños países del tercer mundo, su
despliegue no ha ocurrido sin controversias.
Los legisladores de New Hampshire consideran
prohibirlo después que un legislador estatal introdujo el mes pasado una
iniciativa de ley. El representante estatal J.R. Hoell cree que muchas agencias
locales de policía gastan mucho del dinero de Seguridad Nacional en vehículos
militarizados innecesarios.
“Hay un gran potencial de abuso por tener en
manos de la policía equipo cuya intención es el campo de batalla”, dijo Hoell.
“Estos no son vehículos en el mercado actual cuya intención es que la usen
civiles. No hay razón para que estas armas estén en manos del cumplimiento de
la ley de civiles”.
Si la máquina al estilo militar parece familiar,
es porque los canales nacionales de cable mostraron los vehículos mientras
patrullaban en abril del año pasado las calles de Boston cuando el cumplimiento
de la ley buscaba a los sospechosos de haber colocado bombas en el maratón
Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev.
Es difícil tener una cifra exacta de cuántos
departamentos locales de policía han comprado Bearcats. No se pudo contactar esta
semana al dueño de Lenco Armored Vehicles, que diseña y fabrica las máquinas, y
no se le permite a nadie hablar con él.
Aunque no siempre confiable, la Wikipedia enumera
unas tres docenas de agencias que han desplegado el Bearcat, desde Burbank,
California, hasta el Condado George en Virginia. La única otra agencia
mencionada en la Florida es el Departamento de Policía de Tallahassee.
El agente Dave Northway dice que su departamento
emplea regularmente el Bearcat, sobre todo durante negociaciones de rehenes, o
cuando alguien se atrinchera en una casa con un arma, algo parecido a lo que
hizo la semana pasada Cardoza en Miami-Dade. Agregó que también se usa cuando
la policía lleva a cabo una orden de registro.
“La mayoría de las personas no tiene que ir a
trabajar preocupándose de que alguien le dispare por la espalda”, dijo
Northway.
Sin embargo, por lo menos en la calle 204 del
Northeast, donde los que miraban sólo pudieron ver como el Bearcat se dirigía a
la vivenda, algunos sintieron que la máquina era algo excesivo.
“Ahí afuera no hay nadie con granadas, ¿qué van a
hacer con ella”, dijo un hombre que sólo se identificó como Scullyman. “Es algo
loco. Tiene cañones grandes”.
Fuente: Noticias al Dia