El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli estaría obligado a
comparecer en el juicio en Roma por corrupción internacional a los
imputados Valter Lavítola y Paolo Pozzessere, si los abogados defensores
o la fiscalía lo citan como testigo.
Así lo expresa hoy el opositor diario La Prensa que cita sin nombrar a fuentes jurídicas solventes, pues el mandatario tiene pasaporte y ciudadanía italiana.
En caso de imposibilidad de presentarse, los testigos deberán comunicar la causa al Tribunal de Roma, que no eximirá de la comparecencia, sino que señalará nueva fecha, explica el diario el cual agrega que el ordenamiento jurídico italiano considera la ausencia reiterada de un testigo delito de desobediencia.
El abogado de Lavítola, Maurizio Paniz, indicó por teléfono que estudia una lista de testigos sin haber decidido cuáles, aunque aclaró que la fiscalía o el colegio de jueces podrían considerar oportuna la declaración de Martinelli o de algún funcionario de su gobierno que aparecen implicados en el escándalo.
En Roma son procesados Lavítola y Paolo Pozzessere, director comercial de la empresa Finmeccanica, por soborno internacional en Panamá en la venta de equipos de seguridad por 250 millones de dólares y una coima de 25 millones de dólares en cuyo expediente aparece con nombre y apellidos Martinelli.
Además, un intento de soborno para la contratación de cárceles modulares que no llegó a concretarse porque se hizo público el escándalo de la coima.
El caso se complica por la detención en el aeropuerto Fiumicino de Federica Gagliardi con 24 kilos de cocaína, la mujer que el exprimer ministro Silvio Berlusconi llevó a una fiesta en Panamá de Martinelli, matizada con un escándalo de drogas que el gobierno ha desmentido tajantemente y de lo cual no hay pruebas.
Así lo expresa hoy el opositor diario La Prensa que cita sin nombrar a fuentes jurídicas solventes, pues el mandatario tiene pasaporte y ciudadanía italiana.
En caso de imposibilidad de presentarse, los testigos deberán comunicar la causa al Tribunal de Roma, que no eximirá de la comparecencia, sino que señalará nueva fecha, explica el diario el cual agrega que el ordenamiento jurídico italiano considera la ausencia reiterada de un testigo delito de desobediencia.
El abogado de Lavítola, Maurizio Paniz, indicó por teléfono que estudia una lista de testigos sin haber decidido cuáles, aunque aclaró que la fiscalía o el colegio de jueces podrían considerar oportuna la declaración de Martinelli o de algún funcionario de su gobierno que aparecen implicados en el escándalo.
En Roma son procesados Lavítola y Paolo Pozzessere, director comercial de la empresa Finmeccanica, por soborno internacional en Panamá en la venta de equipos de seguridad por 250 millones de dólares y una coima de 25 millones de dólares en cuyo expediente aparece con nombre y apellidos Martinelli.
Además, un intento de soborno para la contratación de cárceles modulares que no llegó a concretarse porque se hizo público el escándalo de la coima.
El caso se complica por la detención en el aeropuerto Fiumicino de Federica Gagliardi con 24 kilos de cocaína, la mujer que el exprimer ministro Silvio Berlusconi llevó a una fiesta en Panamá de Martinelli, matizada con un escándalo de drogas que el gobierno ha desmentido tajantemente y de lo cual no hay pruebas.