El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong reconoció esta mañana que el Gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene conversaciones con representantes de las autodefensas grupos de civiles armados que operan en Michoacán, al suroeste del país.
Osorio Chong afirmó que los miembros de las autodefensas están “hartos de la inseguridad” pero insistió en que el
Gobierno de Peña Nieto ha establecido un diálogo para evitar que continúen actuando “al margen de la ley”.
El secretario de Gobernación subrayó que el líder de las milicias, José Manuel Mireles, que sufrió un accidente de
avioneta el sábado pasado y está ingresado en un hospital de la capital mexicana, no es perseguido por la
ley.
El
accidente de Mireles levantó más de una ceja en un país acostumbrado a
recelar de cualquier información oficial.
Osorio Chong, no obstante, comentó que no hay pruebas para pensar
que la avioneta en la que viajaba Mireles, que tuvo un aterrizaje
forzoso, sufrió algún tipo de atentado. “Fue falta de pericia
del piloto”, aseguró en una entrevista radiofónica transmitida esta
mañana.
Mireles sufrió un golpe en la cabeza y la dislocación de la mandíbula, pero su estado de salud es estable.
Dos soldados murieron durante una emboscada. Las clases en la región han sido suspendidas
Michoacán es uno de los Estados más violentos de México.
El
año pasado registró cerca de 990 homicidios, la cifra más alta en 15
años. Es también una de las regiones del país
con mayor producción de marihuana y metanfetamina, y una parada
estratégica para el tráfico de droga hacia Estados Unidos. El cartel de
Los Caballeros Templarios, aparecido en 2010 tras la
aparente disolución de La Familia Michoacana, domina la zona —que
hasta 2006 había sido un territorio en disputa entre el cartel de
Sinaloa y Los Zetas—.
Las
guardias comunitarias, que en febrero pasado declararon la guerra al
cartel de Los Caballeros Templarios (que
domina la zona), asumieron el sábado pasado el control de Parácuaro,
una ciudad de 25.000 habitantes y el décimo municipio que dominan en la
región. Los civiles armados expulsan a los alcaldes de
las comunidades y patrullan sus calles.
La reacción de los Caballeros Templarios al avance de las autodefensas tardó menos de 24 horas.
Un
grupo de encapuchados bloqueó el domingo pasado una de las carreteras
más importantes de la zona con dos buses, una
patrulla y tres coches. Después les prendieron fuego. Horas más
tarde, dos soldados murieron en una emboscada en Apatzingán, a 20
kilómetros de Parácuaro y uno de los municipios más importantes
de la región.
El lunes, unas decenas de personas participaron en una protesta en contra de las autodefensas. Las guardias
comunitarias afirman que los manifestantes acudieron porque habían sido obligados por los Caballeros Templarios.
Cientos
de jóvenes de los municipios en conflicto no pudieron regresar ayer a
clases. Las salidas de buses hacia la
región estuvieron suspendidas desde el sábado y se reanudaron hasta
esta tarde. Las escuelas de al menos dos municipios permanecen cerradas
“hasta nuevo aviso”, según ha reconocido el propio
Gobierno local. Más de 4.000 niños y 243 profesores han sido
afectados.
En contraste, el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, dijo ayer lunes que el hecho de que las autodefensas
controlen más territorio no significa su consolidación. “Entre más avanzan más se debilitan”, declaró
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