sábado, 15 de marzo de 2014

Hombre armado y atrincherado en su casa fue detenido con la intervención de un camión militar en Miami



Mientras la policía enfrentaba a Antonio Cardoza, armado y atricherado en su casa, los que miraban quedaron asombrados con un vehículo estilo tanque con torretas y francotiradores que recorría el vecindario.

De 20 pies de largo, con un peso de casi ocho toneladas, capaz de dar la vuelta rápidamente y alcanzar velocidades de autopista, la imponente máquina militarizada recorría la Calle 204 del Northeast mientras los negociadores trataban que Cardoza se entregara.
No lo hizo, y fue baleado durante un intercambio de disparos, y llevado al Hospital Jackson Memorial, donde se mantiene en condición estable.

Dos días después, la máquina apareció en otro vecindario residencial en Miami Gardens, a menos de una milla de donde balearon a Cardoza. En esta ocasión, la policía estuvo durante más de seis horas tratando de hablar con Franklin Bain – buscado por retención ilegal y asalto sexual – fuera de su casa.
Cardoza fue baleado y Bean recibió gases lacrimógenos en su casa, pero ningún agente resultó herido en alguno de los incidentes – y ése es el punto: el Departamento de Policía del Condado Miami-Dade tiene suficiente blindaje en su cuerpo para soportar disparos de fusiles de alto poder y explosiones, y lleva suficientes armas para vencer a la mayoría de las amenazas.

“Cuando lo vi, pensé que alguien iba a morir”, dijo Amp Sheffield, de 30 años, un vecino de Cardoza que observó el enfrentamiento. “¿Van a la guerra o algo así?”

El uso por el departamento de policía del Bearcat parecía al principio altamente secreto. Aunque la máquina la usa el cumplimiento de la ley federal y local por todo el país, los agentes del condado la utilizan con la sensibilidad de un código de lanzamiento nuclear.

“La información que solicita con respecto al despliegue, uso y criterio es sensible en su naturaleza y no se puede discutir”, dijo la detective Elena Hernández.

Más tarde, después de varias solicitudes de información, la policía del condado reconoció haber adquirido tres de las máquinas, dos SuperBear Coms y un Bearcat.

“Este vehículo no sólo ayuda al personal táctico durante su despliegue alrededor de una estructura, sino que también se puede utilizar para rescates de víctimas donde se puede detectar a un individuo como resultado de disparos de fusiles o pistolas”, dijo Jorge Herrera, un teniente del Equipo de Respuesta Especial (ERS).

El Bearcat, un camión balístico blindado de respuesta de contraataque que parece un Humvee que consume esteroides, es operado por el ERS y cuesta $250,000.

El vehículo de apariencia bélica tiene una escotilla rotativa en el techo que puede portar armas, un blindado casi impenetrable, múltiples puertos para armas y cristal a prueba de balas. De unos 10 pies de altura, puede acomodar hasta 10 pasajeros y tiene configuraciones de cuatro o seis ruedas.
Capaz de llevar el suficiente poder de fuego y aparatos protectivos para algunos pequeños países del tercer mundo, su despliegue no ha ocurrido sin controversias.

Los legisladores de New Hampshire consideran prohibirlo después que un legislador estatal introdujo el mes pasado una iniciativa de ley. El representante estatal J.R. Hoell cree que muchas agencias locales de policía gastan mucho del dinero de Seguridad Nacional en vehículos militarizados innecesarios.

“Hay un gran potencial de abuso por tener en manos de la policía equipo cuya intención es el campo de batalla”, dijo Hoell. “Estos no son vehículos en el mercado actual cuya intención es que la usen civiles. No hay razón para que estas armas estén en manos del cumplimiento de la ley de civiles”.
Si la máquina al estilo militar parece familiar, es porque los canales nacionales de cable mostraron los vehículos mientras patrullaban en abril del año pasado las calles de Boston cuando el cumplimiento de la ley buscaba a los sospechosos de haber colocado bombas en el maratón Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev.

Es difícil tener una cifra exacta de cuántos departamentos locales de policía han comprado Bearcats. No se pudo contactar esta semana al dueño de Lenco Armored Vehicles, que diseña y fabrica las máquinas, y no se le permite a nadie hablar con él.

Aunque no siempre confiable, la Wikipedia enumera unas tres docenas de agencias que han desplegado el Bearcat, desde Burbank, California, hasta el Condado George en Virginia. La única otra agencia mencionada en la Florida es el Departamento de Policía de Tallahassee.
El agente Dave Northway dice que su departamento emplea regularmente el Bearcat, sobre todo durante negociaciones de rehenes, o cuando alguien se atrinchera en una casa con un arma, algo parecido a lo que hizo la semana pasada Cardoza en Miami-Dade. Agregó que también se usa cuando la policía lleva a cabo una orden de registro.

“La mayoría de las personas no tiene que ir a trabajar preocupándose de que alguien le dispare por la espalda”, dijo Northway.

Sin embargo, por lo menos en la calle 204 del Northeast, donde los que miraban sólo pudieron ver como el Bearcat se dirigía a la vivenda, algunos sintieron que la máquina era algo excesivo.
“Ahí afuera no hay nadie con granadas, ¿qué van a hacer con ella”, dijo un hombre que sólo se identificó como Scullyman. “Es algo loco. Tiene cañones grandes”.