El comisario Danilo Vílchez, director de la Policía de San Francisco,
informó que por el caso fue detenido, horas más tarde, Carlos Alberto
Silva, de 37 años.
Con un cuchillo, un hombre ingresó a la habitación de su vecina, la
sometió e intentó abusar sexualmente de ella, delante de sus dos hijas
menores. El hecho se registró a las 3:20 de la madrugada de este lunes,
en una pensión ubicada en Sierra Maestra, en el municipio San Francisco.
El
comisario Danilo Vílchez, director de la Policía de San Francisco,
informó que por el caso fue detenido, horas más tarde, Carlos Alberto
Silva, de 37 años. “Silva atacó a la mujer de 28 años con el arma
blanca”, aseguró el jefe policial.
Según las declaraciones de la
víctima, “el hombre ingresó en estado de ebriedad a la habitación y
amenazó de muerte a la mujer, colocándo el cuchillo en su cuello”,
aseveró el comisario.
El aberrado sexual exigió a su víctima el
teléfono celular para evitar que se comunicara con sus familiares o que
pidiera auxilio a la policía.
La mujer, desesperada por lo que
estaba ocurriendo, cedió a entregar su teléfono y le dijo a sus niñas
que se taparan y no miraran.
“Luego de someterla comenzó a
tocarla, pero se cayó debido al estado de ebriedad y fue cuando la joven
pudo correr y pedir ayuda”, refirió el director del organismo policial.
La mujer tomó a sus hijas y se dirigió a la sede de la policía municipal para formular la denuncia. “El
hombre estaba prácticamente inconsciente por la ingesta de licor, lo
que contribuyó a que la víctima lograra escapar”, acotó Vílchez.
Minutos después el aberrado fue aprehendido en la misma habitación, donde quiso abusar de su vecina.
Silva, quien es sobrino del dueño de la residencia, fue puesto a la orden del Ministerio Público.
Otro
caso similar, pero en contra de una niña de ocho años se registró el
pasado domingo, en el barrio Buen Vivir 1, en el kilómetro 8 de la vía
que conduce a Perijá, parroquia Marcial Hernández, de San Francisco.
El
jefe policial refirió que Luis Rafael Vargas, de 72 años, fue
aprehendido luego de que la progenitora de la pequeña formulara la
denuncia.
El hombre se aprovechó de la inocencia de la niña y le
pidió unos limones. “Luego de pedirle la fruta, la invitó a pasar a la
casa y le ofreció dos bolívares fuertes, para que se dejara tocar”,
precisó el funcionario.
Una vecina se percató de la situación y
alarmó a la comunidad. “Los residentes del sector se enardecieron y
llamaron a la madre de la pequeña. La mujer formuló la denuncia y los
efectivos fueron en busca del aberrado”, indicó.
Vargas es vecino de la abuela de la niña y fue puesto a la orden de la Fiscalía.
El
funcionario policial instó a la comunidad a formular cualquier
irregularidad similar a este delito para evitar el incremento de abusos
sexuales.
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