El vandalismo, robos, asesinatos, violaciones y abuso sexual a niños son los crimenes mas populares de los soldados de EEUU
Según un artículo publicado en RT los delitos
sexuales y las torturas ya se han convertido en una marca del Ejército de
EE.UU., opina en un artículo el Doctor en Ciencias Históricas y
Académico Alexánder Samsónov. Uno de los escándalos de corrupción más recientes
fue la suspensión de dos dirigentes de la Oficina de Inteligencia Naval. El
vice almirante Ted Branch, director de inteligencia naval, y el contralmirante
Bruce Loveless, director de operaciones de inteligencia, están de
licencia temporal por divulgar documentos clasificados. Los oficiales
intercambiaban información por entradas para conciertos de celebridades,
pasajes y estancias en hoteles de lujo, así como por servicios de prostitutas. Cada año en EE.UU. se registran decenas de miles de delitos cometidos por
soldados y oficiales contra sus colegas y civiles. Tras una encuesta realizada
en la primavera del 2003 se reveló que un tercio de las mujeres militares
durante su servicio sufrieron intentos de violación y más del 30% fueron
violadas una o varias veces. El pasado mes de mayo el Pentágono anunció que el año pasado el número de delitos
sexuales en el Ejército estadounidense ascendió a 26.000, lo que supone un
crecimiento de más de un tercio. Solo un 13% de las víctimas acudieron a las
autoridades. Esto se debe a la indiferencia y la ocultación de tales casos por
parte de los comandantes, "dado que no quieren lavar sus trapos sucios en
público". Otra pesadilla del Ejército de EE.UU. es la adicción al alcohol y las drogas.
El informe del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de las Ciencias
del 2012 indicó que el número de militares que regularmente abusan del alcohol
se incrementó de un 35% en 1998 al 47% en el 2008. También se observa un
crecimiento en la cantidad de militares drogadictos.
Si en el 2002 solo un 2% de los efectivos abusaban de los medicamentos
recetados que contenían estupefacientes, en el 2008 el número se elevó al 11%.
Motivo por el cual continuamente aparecen fotos y videos con militares estadounidenses
torturando a personas o posando con cadáveres, "incluso profanando
tumbas y muchas otras cosas que no encajan con el comportamiento
social", resume el académico. Esta pauta no solamente ha afectado a las tropas, sino también a los altos
cargos de las fuerzas militares de EE.UU. En octubre el general estadounidense
Michael Carey de la Fuerza Aérea, a cargo de los misiles nucleares
intercontinentales, fue relevado de sus funciones "por una conducta
personal inapropiada". El alcohol arruinó la carrera del militar e incluso
se ha iniciado un proceso penal en su contra. En junio suspendieron del cargo al comandante de la división de las fuerzas
de EE.UU. en Japón, el mayor general Michael Harrison. El
comandante encubría a los criminales y obstaculizaba las investigaciones
falsificando los informes. Alexánder Samsónov añade que precisamente en Japón,
los combatientes norteamericanos se hicieron famosos por los escándalos
relacionados con la violencia contra las mujeres japonesas, incluidas las
menores. "Los estadounidenses todavía se sienten como vencedores en suelo
japonés y creen que pueden hacer lo que les apetezca", explica el
historiador. Existen varios casos recientes de suspensión de jefes militares que encabezaban
con éxito las operaciones en Afganistán e Irak, pero perdieron su carrera y
reputación por la adicción al alcohol, los juegos de azar, o por casos de acoso
sexual, distribución de pornografía y hasta sodomía. La descomposición del
Ejército de EE.UU., incluyendo a sus generales, es un signo muy peligroso para
esta superpotencia, subraya Samsónov. Si no se establece un orden en las
Fuerzas Armadas de EE.UU., en vez de un cuerpo en apoyo del Estado se convertirán
en uno de los principales factores de desestabilización de la nación.
Por Jose Nuñez PRENSAMERICA & CONAPE INTERNACIONAL y SIBCI / Con informacion de RT Actualidad
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